martes, 16 de julio de 2013

MALAS HIERBAS: UNA CONVERSACIÓN INTERGENERACIONAL

Ultima hora de una tarde cálida de primavera, un abuelo y su nieta sentados a la puerta de casa miran el sembrado mecido por la brisa. Delante de ellos se extienden verdes campos de cereales cuya continuidad solo se ve interrumpida por el rojo esporádico de las amapolas. A lo lejos se ve algún árbol, pero su presencia es meramente anecdótica, pues el cereal lo invade todo hasta el horizonte. En un momento dado el abuelo, agricultor de toda la vida, y la nieta, bióloga, comienzan a hablar. La conversación gira en torno al campo. “El trigo se está dando bien, pero con este año de lluvias, mucho me temo que las malas hierbas van a dar mucha guerra”, dice el abuelo. A continuación dirá, que en unos días aplicará herbicidas. Y este es el detonante que abre la discusión entre ambas generaciones.
composición flora arvense
- ¡Sandeces hija! Un buen huerto no tiene ninguna mala hierba. De ahí su nombre, a esas  no las quiero ver yo ahogando mis lechugas. Hago lo que sea necesario; a mí tampoco me gusta echar veneno, pero a mi edad… ya no hay cabida para escardar tanto. Se apresura a decir el abuelo.
- No me refiero a dejarlas crecer e invadir tus cultivos, si no a hacerlo de otra forma, sin herbicidas. La agricultura ecológica controla las arvenses sin venenos.- Le dice la nieta al abuelo.
- Controlar, ¿no erradicar? ¿Y para que iba a querer yo eso? Si las dejas un poco, se te suben y ya no hay quien las quite. Disminuyen el crecimiento de las plantas y lo que es más importante, disminuyen la producción.
- Estoy de acuerdo en que no puedes dejarlas crecer sin límites. Pero también aportan beneficios al cultivo; por ejemplo, ayudan a controlar las plagas, o favorecen la presencia de polinizadores en el campo, que es bueno para que se formen los frutos, aparte de otras funciones ecológicas. En la facultad las llamamos arvenses, para quitarles un poco esa mala fama, y su conservación como especie también es importante.
El abuelo mira atónito a su nieta, no puede creerse lo que dice. – “¡Estáis locos! Esas son inmortales, no hay ser humano que acabe con ellas. Por eso no os preocupéis hija” – le dice el abuelo dando unos suaves golpes en la espalda a su nieta.- “Conservar las malas hierbas, vaya guasa tenéis”.
-Pero abuelo, la diversidad de arvenses no ha permanecido siempre igual. ¿No recuerdas que antes la neguilla (Agrostemma githago) te traía loco, y ahora casi no la ves? En estas últimas décadas, con la aparición de las nuevas técnicas de labranza, las condiciones de crecimiento en los campos han cambiado, y por supuesto ha afectado a las malas hierbas. No han desaparecido, han cambiado.
- Tienes razón, ahora hay mucha gramínea y se ve poca leguminosa.- Apunta el abuelo.
- Sí, hay muchas gramíneas porque resisten los herbicidas. Pero en general ha disminuido la diversidad. También ha cambiado la distribución de éstas dentro de los cultivos, quedando relegada a los márgenes, donde no afecta tanto el laboreo.
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La diversidad de arvenses dentro de un cultivo no es homogénea. El manejo y el paisaje son los principales factores determinantes de esta diversidad. La riqueza de malas hierbas disminuye medida que se adentra en el cultivo porque el manejo agrícola se intensifica. El paisaje influye sobre todo en los margenes de los cultivos, aportando mas diversidad de especies.
-Ya esta bien de tanto sermón, que parece que es lo único que os enseñan en la universidad. Ahora dame tu solución. Herbicida no; entonces ¿cómo?
-Existen otras opciones. Por ejemplo dejar márgenes entre cultivos y plantar árboles frutales o arbustos de aromáticas. Este tipo de vegetación ayuda a evitar la presencia de tus malas hierbas en esos márgenes y en tu sembrado. Intentar crear un paisaje menos intensivo, menos monótono; como antiguamente, que se intercalaban huertos con frutales y con campos de cereal, formando un paisaje más heterogéneo – replica la nieta.
El abuelo observa con mirada escéptica a su nieta, -“Tantos años de desarrollo industrial para que ahora nos vengan con que hay que volver a hacerlo como antes” -se mofa.
-Sí abuelo, haciendo algunas cosas como tú las hacías cuando eras mozo, y añadiendo otras nuevas, fruto de la investigación en el área.
Blog de la Revista Ecosistemas, Asociación Española de Ecología Terrestre.
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